Después de meses de lucha ante lo que considera «el cachondeo que tiene» el asesino de su hija tras ser condenado, María del Mar Bermúdez, la madre de la joven getafense Sandra Palo, asesinada en 2003, está dispuesta a demandar tanto a la Justicia como a la Administración autonómica «por dejación de funciones». Así de rotunda se muestra María del Mar, quien asegura que va a poner «una denuncia o una querella» contra el juez de menores que lleva el caso de Rafael García Fernández, «El Rafita», así como contra la Comunidad.
El informe que ayer publicaba ABC sobre el comportamiento y la evolución de «El Rafita» en su periodo de condena ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de la madre de Sandra Palo. «Me están dando la razón en todo lo que he venido diciendo en los últimos meses», afirmaba consternada María del Mar. «El informe confirma que este asesino ha quebrantado por dos veces su condena y que los responsables lo sabían», expresaba. «Y nadie ha hecho nada», incidía.
María del Mar recuerda que el quebrantamiento de una condena está incluso penado por ley. En concreto, el artículo 468 del Código Penal establece penas de entre seis meses y un año. «La libertad vigilada debería estar mucho mejor estructurada», señalaba María del Mar, quien solicitará que se le aplique este artículo a «El Rafita», para que vuelva a ser condenado por trasladarse a Madrid desde Andalucía (donde se encontraba en libertad vigilada) para reencontrarse con su familia.
La madre de Sandra Palo recuerda que no sólo ha quebrantado su condena, sino que también «se ha dedicado a robar y a amenazar a sus cuidadoras». Incluso, recuerda María del Mar Bermúdez, «se ha dedicado a sacarse una licencia de pesca, pero no quiere ni estudiar». Ante las palabras del propio condenado, quien achaca a la presión de los medios de comunicación la imposibilidad de llevar una vida normal, la madre de Sandra Palo le contesta sin tapujos: «Si no hubiera matado a nadie, ningún medio le perseguiría», sentencia.
Además, María del Mar quiere iniciar otra acción legal. «Solicitaré una prueba de identificación genética», explica, «para cotejar sus datos de ADN, por si vuelve a cometer cualquier otro delito». De esta forma, «El Rafita» se encontraría más vigilado «y todos respiraríamos más tranquilos por si vuelve a delinquir».
La madre de Sandra Palo agradecía también las palabras del Defensor del Menor, Arturo Canalda, quien exigía ayer que «se reforme la Ley del Menor para que tenga un proceso de reinserción más largo» en casos graves como el de la joven getafense asesinada hace ahora seis años. Canalda reconoció en declaraciones a «Onda Madrid» que el proceso de reinserción de «El Rafita» no ha funcionado.
El informe que ayer publicaba ABC sobre el comportamiento y la evolución de «El Rafita» en su periodo de condena ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de la madre de Sandra Palo. «Me están dando la razón en todo lo que he venido diciendo en los últimos meses», afirmaba consternada María del Mar. «El informe confirma que este asesino ha quebrantado por dos veces su condena y que los responsables lo sabían», expresaba. «Y nadie ha hecho nada», incidía.
María del Mar recuerda que el quebrantamiento de una condena está incluso penado por ley. En concreto, el artículo 468 del Código Penal establece penas de entre seis meses y un año. «La libertad vigilada debería estar mucho mejor estructurada», señalaba María del Mar, quien solicitará que se le aplique este artículo a «El Rafita», para que vuelva a ser condenado por trasladarse a Madrid desde Andalucía (donde se encontraba en libertad vigilada) para reencontrarse con su familia.
La madre de Sandra Palo recuerda que no sólo ha quebrantado su condena, sino que también «se ha dedicado a robar y a amenazar a sus cuidadoras». Incluso, recuerda María del Mar Bermúdez, «se ha dedicado a sacarse una licencia de pesca, pero no quiere ni estudiar». Ante las palabras del propio condenado, quien achaca a la presión de los medios de comunicación la imposibilidad de llevar una vida normal, la madre de Sandra Palo le contesta sin tapujos: «Si no hubiera matado a nadie, ningún medio le perseguiría», sentencia.
Además, María del Mar quiere iniciar otra acción legal. «Solicitaré una prueba de identificación genética», explica, «para cotejar sus datos de ADN, por si vuelve a cometer cualquier otro delito». De esta forma, «El Rafita» se encontraría más vigilado «y todos respiraríamos más tranquilos por si vuelve a delinquir».
La madre de Sandra Palo agradecía también las palabras del Defensor del Menor, Arturo Canalda, quien exigía ayer que «se reforme la Ley del Menor para que tenga un proceso de reinserción más largo» en casos graves como el de la joven getafense asesinada hace ahora seis años. Canalda reconoció en declaraciones a «Onda Madrid» que el proceso de reinserción de «El Rafita» no ha funcionado.
Nota: Noticia publicada el 29/Diciembre/2009. www.abc.es
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