El Ministerio Fiscal ha solicitado 69 años de prisión para Javier A.L., presunto inductor del secuestro, violación y asesinato de Sandra Palo, la joven de de 22 años y vecina de Getafe cuyo cadáver apareció carbonizado en mayo de 2003 en un descampado de la carretera de Toledo.
Según informaron fuentes jurídicas, el fiscal imputa a Javier un delito de detención ilegal, tres de agresión sexual y uno de asesinato. Por el primero pide que cumpla cinco años de cárcel; por cada uno de los tres delitos contra la libertad sexual, 14; y por el último, 22.
En su escrito de acusación provisional, el Ministerio Público sostiene que el encausado participó en los hechos en compañía de otros tres jóvenes, menores de edad. Se trata de R.G.J., que tenía 14 años cuando ocurrieron los hechos, y de J.R.M.M. y R.S.G., ambos de 17 años.
Los tres, apodados respectivamente 'El Pumuki', 'El Ramoncín' y 'El Ramón' fueron condenados en octubre de 2003 a penas que oscilan entre cuatro y ocho años de internamiento en un centro especial de régimen cerrado, y entre tres y cinco años de libertad vigilada. Las condenas fueron ratificadas íntegramente por la Audiencia Provincial de Madrid.
Imputaron al mayor de edad
Durante el juicio, que se celebró en el Juzgado de Menores número 5, los menores coincidieron en señalar al único acusado mayor de edad, Javier A.L. -que cuando Sandra falleció tenía 18 años y al que apodan 'El Malaguita'-, como el inductor del crimen y el autor material de la muerte de la joven de Getafe.
Javier será enjuiciado por un tribunal y se enfrentará a una petición fiscal de 69 años de cárcel como responsable del secuestro, violación y muerte de Sandra Palo. Según el fiscal, el imputado, en compañía de otros tres menores, capturó a la chica en la madrugada del 17 de mayo de 2003 en la Plaza Elíptica.
Sandra estaba con un amigo en una parada esperando a que llegara su autobús para regresar a casa. Ambos fueron introducidos en un vehículo por el acusado y sus acompañantes, quienes, tras dejar al chico en la glorieta de Santa María de la Cabeza, llevaron a la joven a un descampado situado en el kilómetro 8,200 de la carretera de Toledo.
Allí fue violada en varias ocasiones y atropellada repetidas veces con el turismo en el que la trasladaron. Tras ello, sus agresores se fueron a una gasolinera a comprar combustible y al regresar rociaron a Sandra, que yacía en el suelo inconsciente, y la prendieron fuego. El cadáver fue hallado a siete de la mañana.
Nota: Noticia publicada el 14/Septiembre/2004. www.elmundo.es
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